“Es bastante preocupante lo que ocurre con la sardina, sería una pena que la producción más clásica de España y Portugal no pueda mantenerse a flote y sobrevivir”, dijo el político alemán durante un debate de la comisión parlamentaria, en la que un grupo de expertos presentó un informe sobre la situación que atraviesa el sector.

Se trata de un estudio realizado por el Instituto Português do Mar e da Atmosfera, el Instituto Español de Oceanografía, las universidades de Aveiro y Santiago de Compostela y el Instituto Francés para la Investigación y Explotación del Mar (Ifremer), que plantea una serie de recomendaciones para proteger al sector.

El informe plantea la necesidad de que España y Portugal “resuelvan” la situación de falta de acuerdo sobre la el reparto de capturas.

“Vamos a tener que hacer esfuerzos de consumo para garantizar que las poblaciones puedan recuperarse y mantenerse”, subrayó Kuhn.

Entre otras medidas, los expertos plantean implementar y evaluar medidas adicionales para proteger las existencias del sur, así como revisar el actual plan de gestión.

También desarrollar un nuevo plan de acción para el norte y la recolección de datos, así como el desarrollo de estudios multidisciplinares para evaluar cómo el medio ambiente y la actual situación puede afectar a las poblaciones de sardina, y promover el desarrollo de nuevas prácticas pesqueras.

La posición de eurodiputados españoles

El eurodiputado popular Carlos Iturgaiz hizo hincapié en “la situación de relevo generacional bajo” a la que hacen frente las pesquerías de sardina, “una parte esencial del problema” y planteó la necesidad de que “los científicos hablen del tema y de saber si el sector podría tener que hacer frente a un parón como el que se tuvo con la anchoa“.

Por su parte, la representante del PNV en la Eurocámara Izaskun Bilbao planteó si es posible “mantener un equilibrio entre las posibilidades de pesca y la coyuntura socioeconómica”, dado que la aplicación del actual plan de acción, que plantea la captura de 1.587 toneladas, “supondría una reducción del 94 %”.

“Se necesitarían más estudios para saber por que fluctúa tanto la biomasa, nos harían falta más datos socioeconómicos. Es verdad que la información nos dice que hay que pescar menos, pero no sabemos muy bien el motivo”, agregó.EFE