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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINPara hacer una buena fabada lo primero que se recomienda es la calidad de los ingredientes, que es donde está el auténtico secreto para triunfar con este plato tradicional e ideal para los meses de invierno.
Por ello recomendamos a que se cocinen unas fabes de la granja de máxima calidad así como unos ricos embutidos, mejor de origen asturiano, y dispongáis de una mañana libre de domingo para preparar esta receta de las de toda la vida.
Lo cierto es que no hay nada más apetecible que un buen plato de cuchara para estos días de frío, primero nos reconfortamos con “les fabes” bien calentitas y después disfrutamos con “el compango”, es decir toda la carne de la fabada se separa en una fuente para que cada uno se vaya sirviendo de lo que más le guste.
Ingredientes para cuatro personas
450 g de fabes de la granja
1 cebolla grandecita
2 dientes de ajo
2 chorizos asturianos
2 morcillas asturianas,
200 g de lacón salado
200 g de tocino
1 hoja de laurel
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de pimentón dulce
sal.
Elaboración
La noche anterior comenzaremos dejando las habas en remojo en un recipiente grande pues crecen bastante, por otra parte en otro bol pondremos a desalar nuestro lacón.
Al día siguiente echamos las habas en una olla de fondo grueso, añadiremos los dientes de ajo, la cebolla entera pelada, el aceite de oliva, la hoja de laurel y la cucharadita de pimentón, cubriremos con agua, mejor mineral, hasta dos dedos por encima de nuestras habas, dejando que lleguen a la ebullición y cortando la cocción con un chorro de agua fría. Esto es lo que se dice “asustar les fabes”, operación que repetiréis a lo largo de la cocción otras dos veces más.
Mientras, en otra olla pequeña darle un hervor por separado a la carne, esto hace que sobre todo la morcilla suelte parte de su grasa y no nos quede con tanta al final la fabada, este paso es totalmente prescindible, si no os importa el exceso de grasa ese día, añadiréis toda la carne a la olla donde se cuecen las habas una vez que las hayamos asustado.
Seguir cociendo a fuego medio-bajo durante tres horas aproximadamente, desespumando si es necesario y observando que no se quede seca, en el caso de ser así, vais añadiéndole pequeñas cantidades de agua caliente, bien sola o bien de la olla donde en un principio habíamos escaldado las carnes, acordándose otras dos veces de asustar la fabada con agua fría a lo largo del tiempo de cocción.
Justo cuando las habas ya están cocidas y ha pasado el tiempo, comprobar la sal y añadirle la que necesite, dejando cocer la fabada unos minutos para que la sal se incorpore. No echarla al principio sino en este momento.
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