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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINLa nueva norma de calidad del pan, que actualiza una legislación que llevaba más de 30 años en vigor, también contempla requisitos más estrictos para considerar que un pan integral lo sea. A partir de esta fecha, solo se podrán vender bajo esa etiqueta los panes elaborados con el 100% de harina integral. Los que no estén elaborados de forma exclusiva con ese tipo de harinas, indicarán el porcentaje en el etiquetado.
Para que un pan sea considerado multicereal deberá estar elaborado con tres o más harinas y cada una de ellas debe estar en una proporción mínima del 10 %. Las harinas procedentes de cereales no podrán suponer menos del 30 % de la mezcla total.
También se limita la cantidad de sal que se puede emplear para elaborar el pan común. Según ha informado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un comunicado, se trata de una norma que "sienta un precedente legal en las normas de calidad de los alimentos, al introducir una fiscalidad positiva, y que garantiza que los ciudadanos adquieran productos de calidad perfectamente caracterizados y etiquetados".
Además, establece que la denominación "pan de leña" o "de horno de leña" solo podrá emplearse en el caso de panes cocidos íntegramente en un horno que utilice la leña como combustible, y señala que para que un pan se considere de elaboración artesana deberá "primar" el factor humano frente al mecánico.
De igual forma, la nueva norma sobre la calidad del pan concreta la definición de masa madre -que se preserva a un tipo de elaboración que limita el uso de levaduras industriales- y establece los requisitos para utilizar la denominación “elaborado con masa madre”.
Según los últimos datos de 2018, el consumo medio anual por persona y año se situó en 31,77 kilos. Los adultos independientes son los que tienen un consumo per cápita mayor (49,37 kilos por persona y año). También es muy alto el consumo per cápita de los retirados (48,40 kilos/persona/año).
Los hogares españoles destinaron el 5,09% de su presupuesto para alimentación y bebidas a la compra de pan. El gasto por persona al año fue de 76,13 euros.
Por tipos de pan, el más consumido es el pan fresco/congelado (80,7%), frente al pan industrial (pan seco y de larga duración que supone el 19,3%).
Las comunidades autónomas con un perfil más intensivo en el consumo de pan son Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha, mientras que las menos consumidoras son Madrid, Cataluña y Valencia.
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