Calificado por los expertos como el mejor azafrán del mundo, se cultiva únicamente en la región de Castilla la Mancha en las zonas de Albacete, Toledo, Cuenca y Ciudad Real.
Actualmente su producción está protegida bajo la Denominación de Origen “Azafrán de la Mancha” del cuál ANTONIO SOTOS, S.L. es miembro fundador.
El Consejo Regulador vela por el cumplimiento de unas rigurosas normas en cuanto a la calidad se refiere. Dichas normas establecen que el azafrán debe ser de la última cosecha, presentándose al consumidor únicamente en hebras, nunca molido. De esta manera se intenta evitar cualquier tipo de fraude.
Sus características organoelépticas ofrecerán un producto con un aspecto flexible aunque resistente, un color rojo brillante en sus hebras, y un aroma intenso, seco y penetrante.